Al igual que José María Aznar, Mariano Rajoy ha convertido la política en un instrumento al servicio de las clases dominantes. Desgraciadamente, Felipe González no actuó de otro modo, tolerando y estimulando la corrupción, recortando derechos laborales y sociales, aplicando medidas represivas y organizando una trama parapolicial (los GAL) para llevar a cabo secuestros, torturas y asesinatos extrajudiciales.
Me pregunto cuánto tardará la Audiencia Nacional en considerar que el 1 de mayo constituye una manifestación subversiva, que pone en peligro la democracia y el orden constitucional. Imagino que los magistrados que exculpan a torturadores e imputan a menores y amas de casa en paro, sueñan con el estado de excepción de otras épocas, cuando era posible suspender cualquier clase de garantía o derecho.
Felipe González, Angela Merkel, Sarkozy, Rodríguez Zapatero y otros políticos de relumbrón celebraron el asesinato extrajudicial de Osama Bin Laden. Ningún juez se planteó que sus obscenas manifestaciones de alegría por una ejecución ilegal constituyeran apología del terrorismo.
El conflicto ucraniano ha disparado todas las alarmas del sensacionalismo periodístico y ha propagado el miedo entre la opinión pública internacional. ¿Nos hallamos en el umbral de la Tercera Guerra Mundial? Sinceramente, no lo creo.
Soy de extrema izquierda porque Esperanza Aguirre odia a la extrema izquierda. Cada vez que oigo sus rebuznos, acusando de terroristas a los que luchan por un futuro sin pobreza, exclusión y precariedad, advierto que mi corazón se incendia de rabia y fervor revolucionario.
En la anterior entrega hicimos referencia a los cuatro procesos que motivan el accionar de la juventud del glorioso Partido Socialista Unido de Venezuela, a propósito de su III Congreso que ya está en marcha y el cual, seguramente, marcará un hito en el acontecer político contemporáneo de Venezuela.
No hablan las carreteras, a vuelta de viaje,
con sus mantos de soledad a cada lado;
si las ganas de volver se han equivocado,
rezas para que apriete el gatillo un peaje.
Ana Bottle, mujer de hombre con bigote
discípulo del régimen del caudillo,
les llegó al ayuntamiento de rebote.
En un alarde de generosidad
y conciencia social se rasca el bolsillo
rebajándose mil euros su jornal.
No es nada nuevo, pero a raíz del 22M se ha generado una fuerte polémica en la que predominan las vísceras y el ataque personal sobre los argumentos. Ese es el motivo por el que prefiero expresar mi opinión aquí, de forma civilizada y, si soy capaz, razonada.
Escuché con atención
las alabanzas en misa,
sin soltar una sonrisa,
sin tropezar con su engaño.
Huyo de la religión
que reza al mundo en su ombligo,
que Dios no cuente conmigo
para reunir su rebaño.
Jordi Évole, anteriormente conocido por su trabajo como "clown" moderno con el sobrenombre "el follonero", evolucionó profesionalmente hacia el periodismo profundo con contenido social.