Bienvenidos lectores y lectoras
bienvenidos damas y caballeros,
bienvenidos príncipes herederos,
bienvenidas infantas pecadoras.
La libertad nos abre la ventana
para airear Moncloas y Zarzuelas,
para abrir sobres, volver de Botsuana
y mirar hacia Ucrania y Venezuela.
Recargaré la tinta de mi pluma
para no dejar ni puntos ni comas,
para no equivocarme con la suma
de versos, de rimas y de opinión,
y señalar cuando la luz asoma
las sombras del cristiano dictador.