Ni pasión ni descalzo por oficio,
mis semanas ya quisieran ser santas,
sin sacrificios que paguen mis vicios.
En misa no os veo al pie del cañón,
parece que la oratoria del cura
no saca a relucir vuestra pasión.
Prepárense cinismos y mentiras,
saquen barriga y den golpes de pecho
que, durante estos días, Dios os mira.
Los condones, las envidias, las pajas,
los cuernos, el aborto o el divorcio,
estos cofrades marcan la baraja.
Pecadores a espaldas de la cruz,
los devotos, con lágrimas de plástico,
comen carne y brindan por la salud.
Los titulares en la procesión,
suplentes en las misas de domingo,
fieles de ejemplos sin predicación.