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La asquerosa impunidad del poder económico financiero

Mercedes Sosa / Corresponsal Argentina de El Revolucionario Digital  |  16 de septiembre de 2014 (23:09 h.)
La asquerosa impunidad del poder económico financiero

Desde el pasado miércoles delibera en Caracas, en el marco de la Segunda Conferencia Ministerial de Estados afectados por Intereses Transnacionales, el grupo de delegados de los 32 miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y de países caribeños y africanos. 

El objetivo es delinear una estrategia común para afrontar situaciones, cada vez más frecuentes, derivadas del accionar de las corporaciones multinacionales que operan en los países latinoamericanos y que la más de las veces “derivan en agresiones o en intromisiones que atentan directamente la estabilidad económica política y social de nuestros diversos países”, conforme lo señalara el nuevo canciller venezolano Rafael Ramírez.

Se espera que al final de las discusiones, que se realizan a puerta cerrada, se emita una declaración con las conclusiones del foro.

El resultado se concretará en la puesta en marcha del Observatorio del Sur de Empresas Transnacionales. Al decir del canciller de Ecuador, Eduardo Patiño, “éste año ´quitarán el velo´ a la manipulación de algunas empresas transnacionales gracias a la creación de dicho Observatorio”. Ello implica entre otras cosas muy importantes “el descubrir la verdad sobre los dobles discursos y los conflictos de intereses, una estrategia destinada a reequilibrar la relación entre Estados y empresas transnacionales”.

Algo que se va a debatir y que resulta a todas luces esencial es acerca de “los mecanismos por medio de los cuales los grandes intereses transnacionales pretenden arrebatar la soberanía jurisdiccional sobre el manejo de los recursos naturales a nuestros países y cómo nuestros países –sobre todo los productores de materias primas como el petróleo- pueden establecer una estrategia común para salvaguardar nuestros intereses”.

Los países latinoamericanos tienen una larga historia de saqueos perpetrados por el poder de las transnacionales, en directa complicidad con las élites locales. Se habla mucho del tema pero no se ataca su causa principal. Así por ejemplo leemos que: “La corrupción empobrece y mata al menos a 3,6 millones de personas en los países más pobres del mundo, de acuerdo a un informe de la organización no gubernamental contra la pobreza One”. “Cerca de 1 billón de dólares son retirados de países pobres como consecuencia de actos de corrupción”. “One exhortó a los gobernantes del G-20 que se reunirán en noviembre próximo en Australia a tomar varias medidas para combatir el problema, incluyendo hacer público quién es propietario de compañías y fondos de inversión para prevenir el lavado de dinero y el secretismo a la hora de identificar a criminales”. “El grupo no gubernamental también pidió por la introducción obligatoria de leyes para los sectores del petróleo, gas y minería, con el fin de que los recursos naturales de los países “no le sean robados a la gente”. “Recomendó acciones concretas contra los evasores fiscales “para que los países en desarrollo cuenten con la información que necesitan para recaudar impuestos que son debidos”.

De acuerdo a One, las nuevas medidas deberían hacer más transparentes y abiertos a los gobiernos para que la población “pueda controlar mejor a sus autoridades por el manejo de servicios esenciales y básicos”. Sin embargo, cuando leemos el último Índice de Percepción de la Corrupción 2013 de Transparencia Internacional, el listado anual concluyó que los países más corruptos del mundo son Siria, Turkmenistán, Uzbekistán, Irak, Libia, Sudán del Sur, Sudán, Afganistán, Corea del Norte y Somalia. Y es aquí donde comienza la indignación pues en las listas de los países más corruptos de la tierra no se hace mención a los países de donde provienen las transnacionales, que aun su nombre, tienen siempre un país base de origen de los capitales, el cual es también corrupto, puesto que hace la vista gorda acerca de las operaciones de sus “empresas”, cuyos CEO parecen ser algo muy parecido a entidades celestiales que deben lidiar con líderes dictatoriales de repúblicas bananeras sin escrúpulo alguno. “High level hypocrisy”, hipocresía de alto nivel, todo en nombre de la libertad de mercado, el supremo bien a preservarse junto al derecho de propiedad, a fin de lograr el objetivo de maximizar las ganancias de las empresas (hoy transnacionales) cuyos felices propietarios son  ciudadanos de los países considerados por Transparencia Internacional como los menos corruptos de la tierra. Pero entonces… ¿quiénes son Transparencia Internacional?  “Transparency International fue fundada en 1993 por el Sr. Peter Eigen, un ex funcionario del Banco Mundial Clasifica a los países en función de la corrupción existente en las administraciones y en los hombres políticos. La organización se ha fijado como regla no denunciar por su nombre a las empresas corruptoras. Sus ataques se dirigen exclusivamente contra los Estados. Es la principal debilidad de su acción porque ciertas sociedades transnacionales no tienen raíces nacionales y T.I. las elimina de entrada de sus estudios.

El presupuesto de la organización en 1999 fue de 2 millones y medio de dólares. Un tercio proviene de donaciones de grandes fundaciones internacionales, otro tercio proviene de organismos para el desarrollo y de organizaciones internacionales como el Banco Mundial y el último tercio es cubierto por grandes empresas (como IBM y General Electric)".
General Electric, uno de los "sponsors" de T.I., fue condenada en 1997 a una multa de 25 millones de dólares por actos de corrupción en Egipto. (Le Monde Diplomatique, noviembre del 2000) 

En un cable de Interpress Service del 18 de octubre de 2005 se decía :
“El Índice de Percepción de la Corrupción de la organización Transparencia Internacional vuelve a mostrar este año la comprometida situación del Sur, que cuenta con una pequeña ayudita de los bancos del Norte industrial.

"La fuga total de capitales anual de África es de unos 150.000 millones de dólares, mientras que el total del flujo de asistencia que recibe el continente asciende a 25.000 millones", dijo a IPS Chandrashekhar Krishnan, director ejecutivo de la filial de Transparencia en Gran Bretaña.

"Esa fuga de capitales representa, básicamente, la ruta de los bienes estatales en manos de políticos corruptos", agregó Krishnan. "Ese dinero es depositado en instituciones financieras de Londres, de Zurich, de Nueva York."

"Sugiero que los gobiernos occidentales hagan mucho más para asegurarse de que sus sistemas financieros no sean utilizados para lavar dinero", recomendó. Pero el hecho de que los bancos de Gran Bretaña, Suiza y Estados Unidos reciban dinero sucio no queda marcado en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparency International » (IPS, 18/10/2005).

Pero con independencia de las intenciones de algunos promotores de las campañas contra la corrupción, ésta es una lacra real que es preciso denunciar y combatir y cuyas causas profundas y mecanismos es necesario desentrañar.

La corrupción de los funcionarios públicos es un delito en muchos países, por lo menos formalmente.

Pero en los países más ricos, aunque existe cierto rigor para sancionar a los propios funcionarios públicos incursos en corrupción pasiva, no se castiga a los propios nacionales que corrompen a funcionarios extranjeros, es decir que incurren en corrupción activa.  ¿Aprecia Ud, amigo/a lector/a, la fina hipocresía de los dueños del mundo?

“… las legislaciones europeas son mucho más "liberales" y no castigan el soborno a funcionarios extranjeros. Más aún, en Alemania, en Suiza y en Bélgica, entre otros países europeos, el fisco autoriza a deducir de los impuestos tal clase de gastos, es decir que la corrupción de funcionarios extranjeros está de hecho legalizada”.

“La democracia representativa tal como existe actualmente es una democracia elitista porque en ella todos son formalmente iguales ante la ley pero desiguales de hecho frente al derecho de propiedad de los instrumentos y medios de producción. Una ínfima minoría es propietaria de estos últimos, lo que genera las cada vez más profundas desigualdades económicas, sociales, culturales e incluso políticas entre la minoría propietaria y las mayorías explotadas”.

“Dicho de otra manera, la corrupción y otros delitos económicos son inherentes al sistema capitalista”.

Algunos números de dos de los países más importantes de América del Sur dan idea del cinismo con que se manejan los temas concernientes a las trasnacionales y su actividad en Latinoamérica:

“Escrito por Dev Kar, economista jefe de la GFI (Global Financial Integrity , organización del grupo de investigación y defensa en Washington.), el estudio estima que los flujos financieros ilícitos procedentes de Brasil totalizaron $ 401,6 mil millones en el período 1960-2012, y que estos flujos ilícitos aumentaron de un promedio anual de $310 millones en 1960 a $ 14.7 mil millones en la primera década de este siglo, alcanzando 33,7 mil millones dólares en los últimos tres años que abarca el estudio, de 2010 a 2012. En promedio, los flujos financieros ilícitos de Brasil equivalen a 1.5% del PIB nacional”.

“El informe revela que la gran mayoría de los flujos financieros ilícitos fuera de Brasil -92,7%, o $ 372,300,000,000 de las salidas totales de $ 401,600 mil millones- fue posible gracias a la sub o sobrefacturación de las transacciones comerciales. Los 29.4 mil millones dólares restantes de los flujos ilícitos detectados por GFI abandonaron el país a través de la salida de capitales especulativos, como las transferencias bancarias no registradas”.

“Los flujos ilícitos drenan el capital de la economía brasileña, facilitan la evasión de impuestos, acentúan la desigualdad y socavan el ahorro interno del país”.

Hasta aquí impecable, sin embargo todo el esfuerzo se desploma cuando el experto de marras remata diciendo: ““Es probable que las estimaciones desarrolladas en base a nuestra metodología sean extremadamente conservadoras, ya que no incluye la facturación indebida en el flujo del comercio de servicios, la facturación fraudulenta basada en el uso de la misma factura en más de una operación, las transacciones por canales informales conocidos como redes y transacciones hawala realizadas con dinero en efectivo “, explicó el Dr. Kar. “Esto significa que el enorme volumen de recursos resultantes de la fijación de precios de transferencia abusivos entre subsidiarias, filiales o subsidiarias de la misma empresa multinacional, así como la mayor parte de las ganancias del tráfico de drogas y la trata de personas y otras actividades delictivas – por lo general pagado con dinero en efectivo – no están incluidos en estas estimaciones “, concluyó.  ¡Pero amigo! ¡camarada Kar! ¡Eso viene siendo lo más importante!

En Argentina no la pasan mejor, sino leamos:

“El Centro de Economía y Finanzas para el Desarrollo de la Argentina (CefidAr) estima que la fuga de capitales argentinos asciende hasta u$s 374.000 millones”. “El documento de CefidAr remarca que la mayor parte de la fuga correspondería a capitales no declarados. Comparando el stock de capitales fugados obtenido con los datos del Indec al 2010 (u$s 175.024 millones) contra el stock de activos situados en el exterior declarados por los contribuyentes a través de sus declaraciones sobre bienes personales (u$s 14.370 millones), concluyen que los residentes argentinos sólo han declarado una décima parte del total de activos que calcula el Indec”.

“Además, recalcan la imposibilidad de conocer los capitales ilícitos que se fugan, debido a que el Balance Cambiario sólo registra las divisas de origen lícito a través de las transacciones que se realizan en el MULC”

“Aparte, la manipulación de los precios de transferencia constituye una conocida herramienta de evasión y fuga por parte de las multinacionales, además de la subfacturación de exportaciones y sobrefacturación de importaciones, ambas involucrando en muchas ocasiones la triangulación de las operaciones a través de guaridas fiscales, revela el documento”. (Justicia Fiscal – 18/07/2014)

Todo lo descripto tiene solo un nombre: impunidad, que viene del enorme poder económico financiero que detentan las trasnacionales, para comprar voluntades locales en aras de que se las deje hacer sin controles ni marcos regulatorios que las pongan en caja. Todo y todos/as, tienen un precio, que si miramos en los magníficos beneficios que obtienen y sacan periódicamente con rumbo a sus matrices o mejor, a sus paraísos fiscales de cabecera, es un insignificante precio que permite a las élites locales vivir en su “primer mundo”, a cambio de entregar a sus propios países para ser la granja personal del real primer mundo. 

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