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Panamá se convierte en un país donde los pobres no tienen derecho a una vivienda

Hugo Vera / Corresponsal Panamá de El Revolucionario Digital  |  23 de septiembre de 2014 (18:05 h.)
Panamá se convierte en el país donde los pobres no tienen derecho a una vivienda

En el país de los edificios bonitos, no tener dinero significa vivir en la calle. Cientos de personas del asentamiento informal "la gran bendición" Serán desalojadas el 19 de septiembre, entre ellos niños, muchos con graves problemas de salud.

Hay olor a humo, a tierra mojada; hay calor de sol inclemente y miseria. Así es la vida en un asentamiento informal, la vida de más de cien familias que buscan un techo donde levantar una familia y darles un vivir decente, dentro de sus posibilidades.

Se llama "La Gran Bendición" la comunidad levantada sobre estas tierras "que pertenecen a acaparadores de tierra" según cuenta Pablo Martínez, el activista del Colectivo Victoriano Lorenzo " ahora el gobierno piensa lanzarnos de acá por la fuerza, con gas y balas de goma, incluyendo a las mujeres y a los niños, todos a la calle sin excepción" agrega.

Las autoridades anunciaron el desalojo para el 19 de este mes. No es el primero y la gente tiene temor. Aún guardan recuerdos del anterior donde los policías quemaron sus casas y balearon a las mascotas, entre risas, patadas e insultos.

"Así es la supuesta justicia en este país" manifiesta Martínez "las autoridades están para cuidar los bienes de los que más tienen, están al servicio de la minoría poderosa que controla el país, esas 100 familias que son dueñas de Panamá".

Lo preocupante es que una vez salgan de ahí no hay donde ir. El gobierno no ofrece alternativa de vivienda, así que la alternativa es la calle, incluso para los niños que viven en el sitio, tres de ellos en grave estado de salud.

"Violan la Constitución, en donde dice que el interés privado no prevalece sobre el social, la violan el derecho a la vivienda que también aparece ahí y además es un derecho humano inalienable".

La comunidad es un ejemplo de un problema creciente. Los altos precios de la vivienda, aunados a una población con muy bajo ingreso productos de salarios mínimos incompatibles con la realidad del país, y la reciente taza de empleo informal (cerca del 37 por ciento de la población laboral) que imposibilita el acceso a préstamos hipotecarios, han empujado a las personas a métodos extremos como la invasión de tierras estatales o privadas para dar solución a la necesidad de un techo.

Como sí los problemas faltarán, a esto también se suma la falta de acceso a servicios básicos como el agua o sistema sanitario, lo que acrecienta mucho más la marginación en la que subsisten estas personas.

"Es un crimen ser pobre". Sentencia finalmente el abogado "tristemente esto es verdad en este país".

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