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Elecciones en Brasil: Los ciudadanos elegirán entre el progreso o el suicidio

Mercedes Sosa / Corresponsal Argentina de El Revolucionario Digital  |  22 de septiembre de 2014 (22:58 h.)
Los ciudadanos elegirán entre el progreso o el suicidio

Brasil se acerca a las elecciones para presidente, gobernadores, diputados y senadores el próximo 5 de octubre, en que poco más de 142 millones de ciudadanos habilitados van a votar a nivel nacional por primera vez mediante voto electrónico

Los últimos sondeos muestran que la candidata Marina Silva, que había entrado al escenario electoral de modo impensado, al sustituir a Eduardo Campos, muerto el pasado 13 de agosto en un dudoso accidente aéreo (hay testimonios de personas que afirman haber visto una explosión antes de que el avión se estrellara), va retrocediendo en las preferencias de los ciudadanos brasileños, luego de que provocara en un primer momento, un sacudón a la aparentemente  fácil victoria del Partido de los Trabajadores, que lidera la actual mandataria brasileña aspirante a la reelección, Dilma Rousseff.

El programa de gobierno de la ambientalista, candidata del Partido Socialista brasileño y luchadora del ambientalismo, tiene poco y nada de la doctrina del partido al cual representa, así pues observamos que se apuntala en tres bases claramente neoliberales:

La autonomía del Banco Central, que implica su independencia respecto del gobierno, que deja de tener control sobre la política monetaria, la cual queda sometida a los agentes del mercado, en particular a la banca privada. Es desmantelar las políticas distributivas y retornar al ajuste fiscal para mantener el equilibrio de las cuentas públicas.

Disminuir la importancia del denominado “Presal” aduciendo que significa ingentes e importantes demandas de exploración. Recordemos que se trata de un importante yacimiento encontrado en 2010, que cambió radicalmente las perspectivas brasileñas en lo que a hidrocarburos se refiere, dado que implica un conjunto de rocas que se extiende por debajo de una extensa capa de sal sobre el fondo del mar, que guarda un reservorio de petróleo de baja acidez y bajo contenido de azufre, es decir un crudo de alta calidad y valor de mercado a unos 7 mil metros de profundidad, pero con total viabilidad técnica y económica de explotación.  No dar continuidad al proyecto Presal significa renunciar a la soberanía energética del país, a la obtención de importantes recursos derivados de la exportación y, fundamentalmente, resignar los recursos que por ley del Congreso se habían destinado ya a la educación en un 7.5%, y a la salud en un 2.5%

Disminuir la importancia de la participación brasileña en el MERCOSUR y fomentar la realización de acuerdos bilaterales, especialmente con los Estados Unidos y sus países satélites aliados en Latinoamérica. Significa dejar de lado la integración lograda en los últimos años, plasmada en el Banco del Sur, la CELAC, UNASUR, y los acuerdos con los BRICS, para volver a la alineación con los Estados Unidos.

Con solo repasar algunos nombres de quienes acompañan a la ambientalista, surge la tendencia que esta nueva figura de la política dará a su gestión, si gana. Se destaca el nombre de “Neca” Setubal, la heredera del Banco Itaú, el más grande de Brasil, posible Jefa de Gabinete o ministra del equipo de Marina y actual coordinadora de su campaña política, quien ya se encargó de asegurar que Marina está acompañada de “gente que entiende a los mercados” y “comprometida a ganarse la confianza del establishment financiero”

Se puede afirmar que Marina Silva es la candidata de los millonarios de Brasil y su última esperanza para seguir fortaleciendo los vínculos que los unen con el establishment financiero mundial y la realeza británica.  Allá por 2008, el mismísimo príncipe Felipe (sí, el cónyuge de Isabel II) le daba a Marina Silva la medalla al mérito conservacionista duque de Edimburgo, por la entrega de grandes territorios amazónicos a la WWF (World Wildlife Fund), algo así como Fondo Mundial para la Vida Silvestre, del príncipe inglés, por el proyecto Areas Protegidas de la Región del Amazonas. Ella fue escogida hace años como un proyecto de la monarquía británica. En tal sentido fue “ayudada” por los millonarios brasileños a llegar al punto en donde se encuentra actualmente como la posibilidad de truncar el proceso de emancipación brasileña de los intereses anglosajones, que están por supuesto vinculados a las grandes fortunas del país latinoamericano. Veamos: en las elecciones del 2010 presentó candidatura a presidente por el Partido Verde, siendo su candidato a vice el multimillonario Guilherme Leal. Luego, el amigo de éste y presidente de WWF en Brasil, Alvaro De Souza presidió la Comisión de Finanzas de la campaña del Partido Verde, uniéndose también a la campaña el director de los socios en Brazilinvest, de lord Rothschild, Fernando Garnero quienes junto a Neca Setubal, crearon la Red de Sustentabilidad que fue la plataforma para lanzar a Marina a la carrera presidencial del 2014. Como se puede apreciar, Marina Silva es el comodín del príncipe Felipe para las elecciones brasileñas.

No está de más poner de relieve que hay una cuestión controvertida acerca del papel que le cabe en el concierto de las naciones latinoamericanas a Brasil. El ejercicio del liderazgo de Brasil en la región latinoamericana choca con resistencias internas, por parte de sectores que cuestionan el interés y las motivaciones para que Brasil corra con los costos que implica asumir explícitamente el liderazgo de la región. Especialmente los sectores industriales brasileños identificados con las políticas neoliberales, consideran que la relación del país con los países vecinos debe limitarse al comercio, viéndose las relaciones políticas con países como Argentina, Bolivia y Venezuela como algo negativo que perjudica las relaciones de Brasil con los Estados Unidos. Sostienen que Brasil acepta demasiadas políticas contra sus intereses económicos sólo para ganar apoyo regional.

Como siempre, la puja de sectores con intereses contrapuestos marca la agenda de las elecciones, no solo en Brasil sino en el resto de los países de Latinoamérica, que aún no encuentran el consenso suficiente para imponer una estrategia común que permita actuar como bloque sólido en un momento en que el clima se enrarece por el avance bélico que avizora un conflicto internacional que puede desencadenar consecuencias inéditas para el mundo todo.

¿Se suicidarán los brasileños?

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