Es la continuación de la protesta del domingo contra el cambio climático, en la que participaron 310000 personas.Según las autoridades, en esta convocatoria no se produjo ningún incidente ni detención.

Los organizadores de ‘Flood Wall Street’ aprovecharon la protesta del domingo para "destacar el papel del capitalismo en el agravamiento de la crisis climática".

Los participantes se reunieron en el Bajo Manhattan, en Battery Park, antes de emprender al mediodía su marcha hacia Wall Street y las escaleras de la bolsa de Nueva York con el objetivo de hacer allí una sentada sin el permiso de la policía, anunciaron los organizadores.

Un total de 200 valientes dijeron estar dispuestos a correr el riesgo de ser arrestados por el Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York durante la acción de desobediencia, dijo la portavoz Leah Hunt-Hendrix.

"Esta resistencia civil, esta desobediencia civil, muestra el compromiso a la causa", dijo Hunt-Hendrix. "Intentamos impulsar esta cuestión como un asunto urgente y mostrar cómo Wall Street se beneficia de la crisis", agregó la manifestante.

La organización de la protesta tiene su origen en el movimiento Occupy Wall Street, que comenzó en un parque de Manhattan en 2011 para protestar por las prácticas bancarias que estaban al servicio del 1 por ciento más rico, dejando fuera al 99 por ciento de la población mundial.

‘Flood Wall Street’ pretende una vez más llamar la atención de los vínculos existentes entre la política y el medio ambiente con el fin de erradicar esta conducta capitalista y cruel que a día de hoy devora muchos países y destroza todo lo que hay a su paso. Además, el capitalismo no solo afecta al medio ambiente. Este esclaviza a la sociedad actual. Prueba de ello son los propios Estados Unidos, donde la mayoría, la clase trabajadora, es sometida a toda clase de vejaciones a favor de la gran minoría burguesa.